Máximo Kirchner volvió a enviar señales en la interna del peronismo bonaerense. Esta vez lo hizo con un gesto que no pasó inadvertido: durante la reunión del consejo del Partido Justicialista provincial, el diputado nacional lució una remera negra con un mensaje que muchos interpretaron como una crítica directa al gobernador Axel Kicillof, en un contexto atravesado por tensiones, desconfianzas y negociaciones por la conducción partidaria.
“Juegan a primero yo, y después a también yo”, decía la inscripción de la prenda que eligió Kirchner para encabezar el encuentro. La frase pertenece a El Tesoro de los Inocentes, una canción del Indio Solari y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado publicada en 2004, y fue rápidamente leída por dirigentes y referentes del PJ como una definición política en medio de la disputa interna.
El gesto tuvo lugar en la reunión del consejo partidario realizada en el distrito de Malvinas Argentinas, donde se resolvió avanzar con la renovación de autoridades del PJ bonaerense el próximo 15 de marzo. Si bien en los días previos había tomado fuerza la posibilidad de alcanzar una síntesis de unidad, la aparición de Kirchner con esa consigna sumó tensión a las diferencias con el sector que responde a Kicillof y al Movimiento Derecho al Futuro (MDF).
Dentro del partido, el mensaje de la remera fue interpretado como una crítica implícita a la postura del gobernador y de los intendentes que reclaman mayor protagonismo en la estructura partidaria. Esa lectura circuló a lo largo de la jornada, en paralelo a las negociaciones que permitieron acordar una fecha para el proceso interno, consignó Infobae.
El entendimiento llegó luego de semanas de conversaciones entre ambos sectores. Desde el espacio del gobernador proponían estirar los plazos hacia abril, pero la caducidad del mandato de Máximo Kirchner -que venció el jueves previo a la reunión- y del propio consejo partidario abría la posibilidad de una intervención judicial si no se establecía un cronograma claro.
En ese escenario, uno de los dirigentes que actuó como mediador fue el intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, cuyo nombre comenzó a mencionarse como una de las opciones para encabezar una eventual lista. También apareció como posible figura la vicegobernadora Verónica Magario. En una etapa anterior, Axel Kicillof había evaluado al ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque.
Mientras se debatían los plazos, en el MDF se preparaban para un escenario de competencia interna. Durante la reunión del viernes celebraron haber obtenido “las claves digitales” que permiten cargar afiliaciones propias en caso de disputar una elección. Esas afiliaciones deberán ser luego validadas por el congreso partidario, presidido por el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, uno de los negociadores del gobernador.
Aunque desde La Plata señalaron que Kicillof mantuvo cierta distancia formal del armado partidario, el gobernador siguió de cerca el proceso. A la reunión del consejo asistió la secretaria general de Gobierno, Agustina Vila, como enviada directa. Su presencia tuvo como objetivo ampliar la integración de los apoderados, pero la iniciativa no prosperó debido a que Vila no estaba afiliada al PJ. En su lugar se incorporó a una funcionaria de su área, Sol Berriel.
Desde el sector kirchnerista, en tanto, marcaron errores operativos del espacio del gobernador. El otro postulante para ser apoderado, Mariano Díaz Ordoñez, referente del peronismo de La Matanza, tampoco figuraba como afiliado al partido.
Cerca de Máximo Kirchner aseguraron a Infobae que “se va a seguir trabajando para llegar a una lista de unidad” y remarcaron: “De nuestro lado está toda la predisposición”. Del otro lado, uno de los negociadores de Kicillof fue más cauto tras la reunión y afirmó que “no hay una situación de unidad”.
“Podemos intentar lograrla, no es un tema de ‘queremos la unidad, seamos buenos’: estamos discutiendo que tiene que cambiar la lógica”, sostuvo el dirigente del MDF.
En esa discusión de fondo, el sector que responde al gobernador planteó la necesidad de un respaldo orgánico y sostenido del PJ bonaerense a la gestión provincial y a una construcción política con proyección nacional hacia 2027.
Con el cronograma ya definido, los distintos sectores comenzaron a trabajar contrarreloj en la carga de afiliaciones. Además, quedó abierta la posibilidad de convocar al congreso partidario para redefinir la integración de la junta electoral, mediante una reunión en modalidad virtual. La interna sigue abierta y cada gesto, incluso una remera, suma peso en la disputa.